Junio, también es un mes donde recibimos al invierno, estación del año que pone a prueba nuestro Sistema Inmunológico en lo que respecta a las infecciones respiratorias.
Siguiendo la línea de que NUESTRA CULTURA Y SALUD no tienen por qué estar separadas y que cada día es una oportunidad para tomar decisiones saludables e inteligentes que nos acerquen a nuestras metas de vida, conscientes que cada acción repetida se convierte en un hábito, compartimos información útil y algunos tips que pueden ayudarnos en la construcción de la persona que queremos ser mañana:
Agua. Es bueno saber que, aunque no tengamos sed, estar hidratados es clave para el buen funcionamiento de nuestro organismo, evita dolores de cabeza, nos da energía, podemos concentrarnos mejor, aumenta nuestra vitalidad y además mejora nuestro sistema inmunológico.
Más frutas y verduras crudas. Debido a que en el frío nuestra presión arterial tiende a subir, sumado a la gastronomía popular del San Juan Ára, alta en grasas, carbohidratos y sal, es necesario aumentar nuestra ingesta de frutas y verduras, esto puede ayudarnos a lograr un mejor equilibrio en la alimentación típica de este mes, y además puede incidir positivamente para mejorar nuestras defensas. En especial elijamos las de color amarillo, anarajando, morado y verde, como, por ejemplo: mamón, naranja, mandarina, zapallo, berro, brocoli, lechuga, cebolla y repollo morados, berenjena, entre otros.
Grasas saludables. Las bajas temperaturas aumentan nuestros requerimientos de energía, por lo cual es adecuado elegir grasas buenas para cubrir estas necesidades aportando además nutrientes esenciales y antioxidantes. Ejemplo de este tipo de grasas son el aguacate, aceitunas, frutos secos como almendra, nueces, maní.
Proteínas completas. Para reparación y construcción, nuestro cuerpo necesita proteínas de alto valor biológico como el huevo, carnes (pollo, pescado, vacuna, cerdo).
No podemos dejar de mencionar que, entre los factores que repercuten en nuestro SISTEMA INMUNOLÓGICO, además de la alimentación, también están nuestro estilo de vida, manejo de las emociones y calidad del sueño.
Cerramos resaltando que la premisa es: Una alimentación completa, fresca, saludable, variada y culturalmente aceptable desde temprana edad nos ayuda a prevenir enfermedades, a reforzar nuestro Sistema Inmunológico, a preservar nuestra cultura y a cuidar nuestro ambiente.
¡Todos podemos disfrutar de las tradiciones y, al mismo tiempo, cuidar nuestra salud y ambiente!
Lic. Doris E. Villalba P. Especialista en Salud Pública. Coordinadora Departamento de Nutrición Nutrihuevos